Los que siguen

domingo, 23 de marzo de 2008

La Familia

La familia ha ido cambiando en las últimas décadas, hay quien dice que ha perdido sus funciones, entendiendo como funciones: las económicas, de protección, afectivas, socializadoras, etc. Por lo tanto quienes hablan de esta manera de la familia, le están otorgando la idea de funcionalidad, como es el caso de la definición de Inés Alberdi. Cuando se hace referencia a la funcionalidad de la familia, si observamos las funciones que se le conceden a la misma, podemos decir que son funciones realizadas en su mayor parte por las mujeres, ya que es ésta la que se encarga del cuidado de los/las hijos/as, de las/los ancianas/os, del marido, etc. Existen otras definiciones como la de Giddens “grupo de personas ligadas por nexos de parentesco, cuyos miembros adultos asumen la responsabilidad del cuidado de los hijos[1]. En esta definición se hace hincapié en las relaciones de parentesco, es decir, se destaca su componente relacional, ya sea por vía de consanguinidad o afinidad (matrimonio).

Hoy en día se habla de que la familia es democrática, se dice que no existen desigualdades, normalmente cuando se realizan estudios se tiene en cuenta la unidad familiar, sin pensar en las desigualdades que pueden darse dentro de este sistema. Sin embargo, aunque ha cambiado mucho y los/as jóvenes y las mujeres reclaman sus derechos dentro de la misma, se discute la distribución de tareas, etc. es una institución que sigue rigiéndose por un sistema patriarcal en el que se da la división sexual del trabajo, donde unas tareas son asignadas y realizadas por las mujeres (trabajo doméstico), a la vez que realiza el trabajo remunerado, mientras que el hombre “sigue siendo el jefe económico de la familia
[2]. Por lo tanto en el seno de la familia se viven relaciones de desigualdad de género basadas en la dominación – sumisión (ej.: dependencia económica) que en más de una ocasión dan lugar a la violencia de género, a tensiones, etc.

En la actualidad nos podemos encontrar con distintos tipos de familias, algunas de ellas perviven de las formas anteriores, mientras que otras, son nuevas formas de familia que se han dado debido a los cambios producidos en la sociedad. Uno de los más frecuentes es el hogar nuclear, en el que conviven el padre y la madre con sus hijos/as, esto en gran medida se debe a la permanencia de los/as hijos/as en la familia, “Según los censos de 1991 más del 55% de los hogares españoles contenían un matrimonio con hijos(...)”
[3]El segundo tipo de hogar, en cuanto a su importancia numérica, es el de parejas que viven solas. Casi un 18% del os hogares se configuran así (...)” [4] Lo cual se debe al aumento de la esperanza de vida, están compuestos por matrimonios adultos cuyos hijo/as han abandonado el hogar; también por la decisión de parejas que deciden retrasar el tener los hijos, para que ambos realicen sus profesiones y por parejas que deciden no tener hijos nunca.

Otro tipo de hogar, son los hogares monoparentales, que podríamos denominarlos monomarentales debido a que la mayoría de estos están encabezados por una mujer (con sus hijos/as), el 7,1% de los hogares españoles esta encabezado por una mujer, frente al 1,1% encabezados por un hombre. Tras los divorcios normalmente quien se queda con las/los hijas/os son las mujeres, tras los divorcios suelen aparecer problemas económicos, debido a la dependencia económica todavía hoy existente de las mujeres, bien sea porque no trabajen o por la discriminación salarial existente. Como dice Simone de Beauvoir: “aunque ella se ocupe mas de los hijos, dependerán mucho más de él que de ella
[5] Esta frase hace referencia a la dependencia económica, que afecta tanto a las mujeres como a la infancia, debido a que son estas las que se quedan en su mayoría con los/as hijos e hijas, de esta situación se puede derivar la feminización de la pobreza y la infancia, en consecuencia empobrecimiento del a infancia, etc.

Los hogares extensos o complejos son “aquellos en los que convive una familia nuclear con alguien más, sea o no pariente de los integrantes del núcleo.”
[6] Entre estos, lo más frecuente es que un/una soltero/a o una/un abuela/o se sumen al núcleo familiar(1,1% en 1991) [7]. Por último los hogares unipersonales, aquellos en los que como su nombre indica vive una persona sola, numéricamente este tipo de hogar esta creciendo, ello es debido al aumento de la esperanza de vida (con calidad), cada vez hay más personas que viven solas, principalmente entre las mujeres, ya que estás tienen una esperanza de vida mayor que la de los hombres.

La sociedad actual ha cambiado respecto al pasado, lo cual no significa que hayan cambiado todas las personas, familias, pero si se han dado cambios en las actitudes y en los valores. Respecto a las actitudes y comportamientos ocurre una paradoja, que suele ser muy habitual en los fenómenos sociológicos, y es que éstas cambian antes que los comportamientos, ejemplo de ello es que muchas personas opinan que es aceptable vivir en pareja sin casarse, pero sin embargo sólo el 2% del a población vivía así en 1997. La desaparición de la censura social es muy importante, es decir la actitud que se tenga ante diferentes aspectos es significativa, ya que la censura es dañina, y porque el cambio de actitud, con el tiempo puede generar cambio de comportamientos.

Como he señalado también se han dado cambios de valores en la familia, que pueden ir muy relacionados en algunas ocasiones con el cambio de actitudes y sobre todo comportamientos, como es el caso de la tolerancia ante las distintas formas de convivencia y la libertad de elección de las personas por ejemplo para cohabitar. En la actualidad la pareja es un valor en si misma, las personas tienen la posibilidad de elegir si quieren tener hijos/as o no, así como de contraer o no matrimonio, ello es debido entre otras cosas a que ya no se conciben estos aspectos como imprescindibles para la felicidad de una pareja, hoy en día a la pareja se le exige más, que sea igualitaria, democrática, etc. unido a todo esto y por el mismo valor que tiene la pareja, los/as hijos/as son deseados, las parejas deciden cuando quieren tenerlos y si quieren, se deja de vincular la sexualidad a las/los hijas/os.

Se puede observar un descenso de la natalidad, como dice Mª Jesús Izquierdo “se esta dando una huelga de natalidad”, la posibilidad de decidir cuando tener hijos/as va acompañada de un descenso de la natalidad, esto esta muy relacionado con la asignación de roles, ya que la mujer se ha incorporado al mundo laboral, pero sigue siendo ella la encargada del trabajo reproductivo, lo que lleva a una doble jornada, que es realizada en la mayoría de las ocasiones por las mujeres, el mercado laboral tendría que cambiar, además de que se crearan más servicios sociales. Por otro lado señalar, la “crisis” que se esta produciendo en las relaciones de género, se está exigiendo el reparto de tareas dentro de las parejas, esto produce que los hombres se sientan inseguros, están perdiendo su rol y adquiriendo otro, las mujeres siguen con mucho trabajo dentro y fuera del a familia, estos dos aspectos hacen que se produzcan tensiones dentro de la pareja. Por último señalar otros cambios que también se han producido: educación anti-autoritaria de los hijos/as, mayores responsabilidades y exigencias en el ejercicio de la paternidad/maternidad y la consideración de los hijos/as como fuente de consumo.

Para finalizar expondré algunos datos sobre cambios en las tendencias reproductivas en Navarra. En 1976 el número de nacimientos inscritos era de 8.663, mientras que en el año 1996 era de 4.849, se puede observar que la natalidad bajo en 4.000 niños/as más o menos; este cambio puede ser debido a que se produjeron cambios a nivel político, económico y social (1976 - 81). El fin de la dictadura, la incorporación progresiva de la mujer al mercado laboral, la creación de Andraize en 1978, centro de planificación familiar, los movimientos feministas que entre otras cosas abogaban por una vivencia propia de la sexualidad de las mujeres etc. hicieron que los valores fueran cambiando. Otro cambio que se puede observar es que en 1976 la edad en la que más hijos/as se tenía estaba comprendida entre los 25 -29 años (3.185), en esa misma franja de edad en 1996 se tenían 1.442, sin embargo, en 1996, la franja de edad en la que más hijos/as se tienen esta comprendida entre los 30 -34 años, con un número de nacimientos de 2.141. Con estos datos lo primero que podemos observar es que se ha producido un retraso a la hora de tener los hijo/as. Si hacemos una comparación de los nacimientos fuera y dentro del matrimonio en Navarra con los de España y otros países de la UE, el dato que llama la atención es que mientras que en todos los países de 1991 a 1996 el número de nacimientos fuera del hogar ha ascendido, en Navarra ha descendido, se da una relación inversa y habría que preguntarse por qué se da esta situación.

Como conclusión podemos decir que se han dado muchos cambios en el seno de la familia y en la forma en que se vivencian, valoran, etc. las relaciones familiares, muchos aspectos que antes eran sancionados socialmente ya no se perciben de la misma manera, son por lo menos aceptados aunque no se manifiesten en los comportamientos. Sin embargo, hoy todavía queda mucho camino por recorrer, ya que como se ha señalado la mujer es la que realiza en la mayoría de las ocasiones el trabajo doméstico además del productivo (cuidado de los hijos/as, ancianos/as, etc.). Este es un campo en el que todavía hay que luchar para que tanto hombres como mujeres tengan presencia en las dos esferas; romper con la división sexual del trabajo que también se vive dentro de la familia, al fin y al cabo romper con el sistema patriarcal imperante
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[1] Anthony Giddens “Sociología”. Pág. 190 Ciencias sociales Alianza Editorial 2001
[2] Simone de Beauvoir “El segundo sexo” Volumen II “La experiencia vivida” . Pág. 323 Ediciones Cátedra1998
[3] Inés Alberdi “La nueva familia Española”. Pág.:96 Ediciones Taurus
[4] Ibiden. p.98
[5] Simone de Beauvoir “El segundo sexo” Volumen II “La experiencia vivida” . Pág. 323 Ediciones Cátedra1998
[6] Inés Alberdi “La nueva familia Española”. Pág.:100 Ediciones Taurus
[7] Ibiden. p. 100

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